Emoción, presencia, autenticidad.

La interpretación es el proceso mediante el cual un actor da vida a un personaje, expresando sus emociones, pensamientos y acciones a través de la voz, el cuerpo y la intención. Al transmitir un texto, el actor no solo repite palabras, sino que las llena de significado, conectando con las emociones del personaje. Al hacerlo, el actor puede sentir una mezcla intensa de sensaciones: empatía, vulnerabilidad, energía y una profunda conexión con el personaje y el público. Esa entrega emocional le permite comunicar de forma auténtica y conmovedora, haciendo que el espectador crea y sienta la historia.

La magia del teatro reside en su capacidad de transformar un espacio vacío en mundos llenos de vida, emoción y significado. Es un arte vivo, donde actores y público comparten un momento único e irrepetible. A través de la palabra, el gesto y la escenografía, el teatro despierta la imaginación, conmueve el corazón y nos conecta con la esencia humana. Cada función es un acto de creación colectiva, donde la realidad y la ficción se entrelazan para hacer sentir, pensar y soñar.

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