Pasión, fuerza, arte.

El flamenco es una expresión artística originaria de Andalucía, España, que combina cante (canto), toque (guitarra) y baile. Surge de la fusión de culturas como la gitana, árabe, judía y andaluza, y transmite emociones profundas a través de ritmos intensos, gestos dramáticos y gran fuerza expresiva.

Los objetivos del baile flamenco suelen ser tanto técnicos como artísticos y personales. Aquí algunos de los principales:

Transmitir la técnica del flamenco:
Enseñar posturas, zapateado, braceo, compás y coordinación del cuerpo con la música.

Fomentar el sentido del compás y el ritmo:
El flamenco tiene estructuras rítmicas complejas (como la bulería, soleá, tangos), y el alumno debe aprender a sentir y seguir el compás con precisión.

Desarrollar la expresión y el carácter:
Ayudar a que el alumno exprese emociones a través del baile, cultivando la fuerza, el orgullo y la sensibilidad propios del flamenco.

Enseñar la cultura y el contexto del flamenco:
Explicar los orígenes, los palos (estilos) y la relación entre el cante, el toque y el baile.

Fomentar la confianza y la disciplina:
Promover la autoestima, la constancia y el respeto por la tradición y por los demás compañeros.

Preparar para la interpretación escénica (si aplica):
Enseñar cómo presentarse en el escenario, cómo interactuar con músicos y cómo construir una coreografía.

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