La danza clásica es una disciplina de ballet que se basa en una técnica rigurosa y un conjunto de movimientos estructurados
Que han sido perfeccionados a lo largo de siglos. Su origen se remonta a la corte francesa en el siglo XVII, y desde entonces se ha consolidado como una de las formas más técnicas y formales de danza
El principal objetivo de la danza clásica es desarrollar la gracia, la fuerza, la flexibilidad y la precisión a través de una ejecución controlada y estilizada de los movimientos. Además, busca transmitir emociones y contar historias mediante la expresión corporal, todo dentro de un marco de disciplina y estética. Los bailarines clásicos entrenan durante años para dominar las técnicas fundamentales, como el control del cuerpo, la postura perfecta y los saltos elegantes. La danza clásica también fomenta la creatividad y la musicalidad, permitiendo a los bailarines interpretar y expresar diversos sentimientos y narrativas a través de la coreografía.